sábado, 18 de junio de 2011

Dilbert en contabilidad


Fuente: dilbert


Con todo respeto a los pocos contadores que conozco, pero Hacienda aún me tiene en la mira gracias al primer y único contador que he necesitado en mi vida.


Amable, hermano de uno de mis compañeros de trabajo, un cristiano devoto... ¿Y porque demonios tengo dos declaraciones de impuestos sin presentar cuando claramente recuerdo haberte pagado puntualmente cada mes?


¿Será que de verdad los ingenieros somos enemigos por naturaleza de los contadores? Bueno, aún no lo creo... pero esa forma de vida basada en arsénico con la que me topé dos años atrás si que me fregó...


En serio, necesito un contador en el que pueda confiar.

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