Muy similar a lo que relata este cómic, hoy en día la definición de "acampar" en un juego de disparos ha perdido su verdadero significado. Puedes ser acusado de acampar prácticamente por cualquier cosa.
Si tomas posesión de algún lugar elevado para acabar con rifles de largo alcance a cada jugador desprevenido que se atraviese por tu mira, es acampar; si tomas cobertura en algún punto estratégico desde el cual tengas una buena visión del escenario, es acampar; si te limitas a asechar un lugar del mapa para emboscar a uno de los tantos que se dedican a solo correr y disparar, es acampar.
Sea acampar o no, esta práctica yo no la considero trampa; yo no la llevo a cabo, porque me parece una manera bastante aburrida de disfrutar un juego. Si alguien de verdad se encuentra tan obsesionado con obtener la victoria en un juego, como para atrincherarse en un callejón sin salida en la espera de que alguien sea tan osado (o cabeza dura) como para tratar de sacarlo de ahí... por mi no hay problema.
Pero para quienes se dedican a quejarse de los campers: tomen conciencia de que ellos dependen de que alguien vaya por ellos para subir en el marcador. La mejor manera de sacarlos de ahí es evitar jugar su propio juego.
Fuente: Adventures of Dave the Direman
