Tercer cómic de Awkward Zombie, se trata del año 2006 y para entonces Super Smash Bros Melee seguía siendo uno de los juegos más jugados en el Nintendo Game Cube, y al mismo tiempo estamos en el año que se anunciaría su sucesor para el Nintendo Wii.
Y vaya tiempos eran aquellos.
En ésta ocasión la autora del cómic tiene un pequeño problema con uno de los items del juego: El dispositivo de camuflaje, el cual te hace invisible para el resto de los jugadores, ¡pero también para ti! Y si no llevas un buen registro mental de donde te encuentras y hacia donde te moviste una vez que lo tomaste, ¡muy probablemente vas a terminar fuera del escenario!
Y ahora que lo pienso, ¿de que te sirve éste item si estás jugando contra la computadora? No creo que el juego vaya a “pretender” no saber donde estás, ¿o sí?
En fin, proximamente tendrémos un poco más de ésta serie…y como lo mencioné antes, creo que la autora la trae contra Roy.
Y aquí tenemos otro de esos cómics raros y largos a los que The Other End nos tiene acostumbrados, en el tema de hoy, un tema que desafortunadamente seguirá siendo un tema el día de mañana: microplásticos.
Lo que me encanta de éste cómic en particular es la línea final en la cual hacen ver como que ésta historia fue puesta en escena por parte de las compañías productoras de plástico, y graciosamente éste es el tipo de cosas que empresas y compañías han salido a decir cuando se ha encontrado que uno de sus productos es dañino para la sociedad o el medio ambiente.
Como cuando Johnson & Johnson originalmente trató de negar la presencia de asbesto en sus talcos para bebé, lo cual comenzó como una rotunda negativa, después su postura cambio a “bueno, si se ha encontrado una pequeña, pequeñísima cantidad de asbesto en algunos de nuestros productos” y después pasó a ser “¿que tanto mal puede ocasionar un poquito de asbesto en nuestros productos?”
Iba a decir que a Johnson y Johnson sólo le hizo falta decir que el asbesto no era nocivo, sino que es más, ¡incluso se podría decir que era saludable! Pero mientras refrescaba mi mente respecto a éste caso terminé por darme cuenta que no estaban lejos; en su afán por mantener las cosas tal y como estaban, ya tenían a su grupo de científicos tratando de negar una relación entre la exposición al asbesto y un diagnóstico de cancer.
Así que no se sorprendan si pronto vemos anuncios que glorifiquen la existencia de microplásticos en el agua, o “¡que hay de malo si la tierra se calienta un poco más!”
Éste cómic podrá ser un poco viejo; se trata de un recuento de las conferencias de Nintendo, Sony y Microsoft durante el E3 2011, pero para alguien que lleva mucho tiempo siguiendo el desarrollo de los videojuegos, éste cómic representa un momento en la historia de éste medio en el que toda la industria del videojuego se volvió estúpida…codiciosa y estúpida, pero principalmente estúpida.
Hay mucho que desempacar aquí, pero en resumen; tenemos al Reggie Fils-Aimé, en aquél entonces presidente y jefe de operaciones de Nintendo of America, quien era excepcionalmente vendiendo haciendo parecer que cualquier cosa que Nintendo lanzara al mercado como lo mejor que el mundo haya visto; el WiiU en éste caso, una consola tan estúpida como su nombre, la cual pasó a la historia como uno de los peores fracasos de Nintendo.
Por otro lado, la conferencia de Sony le tuvo que bajar varias rayitas a las presentaciones pomposas y exageradas a las que tenía acostumbrado a su público y ofrecer al mismo una disculpa porque aquel definitivamente no había sido el año de Sony; desde sus problemas constantes en su servicio en línea, hasta el hackeo de sus cuentas y la filtración de la información de sus usuarios, una disculpa era lo mínimo que podían ofrecer.
Y finalmente, Microsoft cumplía un año aún intentando vender el Kinect como “el futuro de los videojuegos” posterior al lanzamiento y aparente exito que Nintendo tuvo con el Wii; la peor parte de todo esto es que el Kinect verdaderamente fue un excelente periférico, pero como dije antes…no sólo eran estúpidos, sino también codiciosos, es decir, era muy fácil…si hubieran vendido el Kinect con Dance Central o Just Dance todo tendrían un juego que vendería el periférico por si sólo, pero si esa labor se la iban a dejar a…Kinect Advendures? Lo único que estaban buscando era que muchos, muchos Kinects se quedaran acumulando polvo en algún rincón de sus hogares.
Y no quiero escuchar que lograr un trato con Harmonix, Ubisoft o cualquier otra compañía que pudiera desarrollar un juego competente para Kinect hubiera sido muy costoso, si tuvieron dinero para…para ésto:
Tenían dinero para acabar con la hambre en el mundo, y hasta con un Kinect de regalo.
En esta ocasión tenemos éste cómic reciente de Last Place Comics, que es otra serie de esos cómics largos y extraños que suelen llamarme mucho la atención. La moraleja de hoy parece ser como sobre ponerse a esas conversaciones en las que algo fuera de lugar puede conllevar a un momento muy incómodo, especialmente con alguien que no conoces, la respuesta parece ser…¡sigue a ese extraño hasta el fin del mundo hasta que logres aclarar lo sucedido!
Hablando de conversaciones incómodas, si nos visitas de Facebook (por si no lo sabías, tenemos Facebook), gracias por seguirnos hasta acá, no me gusta emplear técnicas tipo “click bait” para conseguir visitas en éste blog, pero si hay varias razones por las cuales prefiero que leas los cómics aquí y no en alguna red social.
Una de las principales es por que las redes sociales se han vuelto un repositorio de contenido basura últimamente, y mientras no podemos prescindir completamente de éstas (hey, ¡gracias a las redes pudimos encontrar a mi perro que estaba perdido!), una de las razones por las que volví a realizar éste blog es para hacer un pequeño esfuerzo de poner algo de coherencia nuevamente en la red, más adelante hablaremos de ello.
De momento, si algo les puedo prometer es no atascar éste sitio de publicidad, ni hacerte perder tu tiempo con incoherencias. A menos de que sean incoherencias lo que buscas, porque con algunos cómics que tenemos aquí…tenemos un poquito de eso.
Aquí tenemos otro cómic de VG Cats, el cual tiene que ver con aquella vergonzosa vez que Sony fue hackeado en 2011, la cual expuso la información personal de alrededor de 77 millones de usuarios, la cual incluía en algunos casos información de tarjetas de créditos que se estaban vendiendo en el mercado negro y estaba siendo utilizado para realizar fraudes financieros.
Lo peor de esa ocasión no fue el hackeo o la vulnerabilidad de los datos de sus usuarios, sino que Sony se tardó varios días a notificar a sus usuarios acerca de la intrusión, lo cual refleja que la compañía no tenía previsto un plan de contingencia en el caso de que eso les sucediera a sus servicios…o simplemente nunca se les ocurrió que aquello pudiera ocurrir.
Pobre Sony, no me malinterpreten, tienen una de las mejores consolas y su capacidad de obtener títulos exclusivos para ésta es innegable, pero en todo lo demás parece que suelen tomar las peores decisiones.
Les aseguro que ésta publicación nada tiene que ver con la reciente caída del sistema de Coppel debido a un incidente de ciberseguridad similar, pero vaya que es una grata coincidecncia.
